Ligereza y elegancia en su máxima expresión: las delicadas siluetas de las grullas flotan en el aire, creando una atmósfera de paz y sofisticación. El papel pintado fotográfico aporta al interior sutiles matices de gris y beige, que combinan perfectamente con la madera natural y las plantas. La referencia a las ilustraciones tradicionales japonesas convierte la pared en una obra de arte y el espacio adquiere un carácter único. Perfecto para el salón, comedor u oficina, donde la armonía y la estética son importantes.