La vieja cámara se adapta a la sencillez y al minimalismo, aunque también encontrará su camino en el glamour. Sin embargo, uno debe recordar cuáles fueron sus tiempos, porque en ellos se encontrará mejor. No vale la pena mezclar generaciones, estas mezclas no siempre son hermosas. Sin embargo, es claramente visible lo bien que se conserva su pasado y con qué precisión se hizo, la atención al detalle es sin duda una característica que acompaña a esta pintura. Las primeras cámaras no le permitían establecer la apertura, cambiar la sensibilidad o compensar la exposición. Sin embargo, permitieron plasmar momentos fugaces, como una loca luna de miel, unas vacaciones en familia o la graduación del único hijo. Volver a las raíces fotográficas nos hace darnos cuenta de que esa es la esencia de la fotografía: captar los momentos. Atrapa los que te importan con una imagen retro.