Cuando visitamos ciudades antiguas y con encanto, a menudo nos limitamos a ver los monumentos famosos y la plaza del mercado. Sin embargo, merece la pena alejarse de la multitud y asomarse a las estrechas calles, donde se desarrolla la vida real, sin comercialidad turística. Aquí es donde se toman las mejores fotos, y una de ellas se muestra aquí. Los edificios atmosféricos decorados con flores crean una perspectiva estrecha, pero alargada. Da una impresión natural de accesibilidad de este lugar, y al mismo tiempo amplía ópticamente el interior, que está decorado con fotomural. Es un gráfico estupendo para un arreglo rústico o provenzal, pero también para un espacio ultramoderno.