Podemos sentarnos tranquilamente en la orilla de este río y solo observar lo que sucede al otro lado. Puedes ver que a pesar de la oscuridad, la ciudad está llena de vida. Esto se evidencia por las luces en las ventanas y en las calles. Si equipamos el salón con muebles luminosos y tranquilos, haremos de esta decoración en la pared un interesante contraste con el conjunto. Un puente iluminado con la misma claridad puede conectar estos dos mundos. El color frío del agua, el color frío del cielo y el frío de las luces azules que emanan de los rascacielos, esto es suficiente para sentir la piel de gallina. Aunque la vista es hermosa e impresionante, el fotomural está lleno de colores fríos. Como resultado, aporta mucha frescura al salón, y en caso de demasiado frío, siempre puedes cubrirte con una manta suave. ¡Deje que el esplendor del paisaje urbano ilumine no solo su apartamento, sino también su interior!