La moda actual de decorar espacios residenciales y corporativos ultramodernos, es una gran oportunidad para demostrar que la ciudad, llena de rascacielos de cristal, también tiene su encanto y su belleza específica. Algunos dicen que es una arquitectura sin alma, pero como se puede ver, depende mucho de cómo se muestre. Aquí presentamos una vista tomada desde la acera hacia el cielo. El hecho de que la vista se haga de forma oblicua cambia las proporciones externas y deja de ser estéril y aburrido. La combinación de colores de la foto es bastante fría, pero la vecindad de los muebles tapizados y la alfombra peluda es suficiente para proporcionar el equilibrio adecuado.