El original salón de estilo del Lejano Oriente es el escenario perfecto para un gran mandala. El motivo de encaje sobre el fondo de una pared destruida funciona bien como decoración de una sala de estar de este tipo. Las vigas de madera forman una especie de cuadro y este es el detalle central de todo el diseño interior. De esta manera, la decoración ha ganado en ligereza y no domina el espacio. Los colores fuertes de la decoración funcionan perfectamente en la proximidad de las paredes claras, es un equilibrio adecuado de la saturación de color. La disposición puede ser completamente coherente, es decir, bastante oriental, pero los sencillos y modernos sofás y cómodas también encajan en esta decoración.